14 Jun Drones: Novedad sí, frivolidad ninguna.
En artículos anteriores enumerábamos siquiera someramente algunos de los sectores y actividades en torno a los cuales las naves aéreas no tripuladas pueden prestar (de hecho lo hacen ya) servicios muy eficaces y valiosos.
Por ello no deja de sorprender que en determinados foros se siga tratando a los drones desde un punto de vista excesivamente relajado y en un contexto casi frívolo en el que da la impresión que cualquiera puede manejar una de estas naves cual juguete para niños se tratara.
Es conveniente por ello recordar que los requisitos tanto para poder pilotar un drone como para poder desenvolverse como operador en este campo no son precisamente pocos sino todo lo contrario. Dichos requisitos son exigentes con el fin de conseguir que un piloto de drones tenga unos conocimientos tanto teóricos como prácticos muy desarrollados e igualmente para lograr que cualquier persona física y jurídica que quiera introducirse en el mundo de los drones cumpla de forma puntual y minuciosa con la legalidad vigente en esta materia.
Así, un piloto de drones habrá tenido que superar para poder adquirir tal condición unos exámenes minuciosos en los que tendrá que demostrar su capacidad para llevar el control de estas naves y saber reaccionar ante cualquier contingencia que en el transcurso del vuelo pueda ocurrir.
De la misma forma, un operador (término con el que se designa a un empresario propietario de un negocio de drones) necesita cumplir una serie de requisitos legales muy completos para poder garantizar la seguridad en el ejercicio de su actividad y elaborar y presentar una serie de documentación para poder registrarse en la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA).
Planes de vuelo, de seguridad, de mantenimiento, seguro de responsabilidad civil son sólo algunos de los condicionantes obligatorios que un operador debe satisfacer para poder desarrollar su actividad con normalidad y dentro siempre del ordenamiento jurídico del sector.
Precisamente por estas circunstancias que se acaban de reseñar y por las multas muy importantes previstas para los casos de incumplimiento de la legalidad vigente, resulta curioso leer en ocasiones artículos o visionar programas de televisión en los que se habla del peligro de los drones con relación, por ejemplo, a aeronaves tripuladas que despegan y aterrizan en aeropuertos o incluso voces que consideran adecuado como regalo a un familiar una de estas naves no tripuladas.
Como no puede ser de otra manera, existe en la normativa la prohibición lógica por motivos de seguridad de volar un drone en las cercanías de un aeropuerto.
Existe una distancia mínima que respetar y eso lo saben evidentemente los pilotos titulados que son los únicos autorizados para poder volar un drone con seguridad. Cuando un drone se sitúa demasiado cerca de un aeropuerto lo que falla no es el aparato sino la persona que lo controla que no está cumpliendo con las normas que rigen la nave y que se arriesga a una sanción económica de proporciones considerables.
Este es sólo un ejemplo que pone de manifiesto que cuando hablamos de drones no estamos hablando de juguetes ni de aparatos dedicados al entretenimiento de personas no cualificadas para su uso.
Campos tan sensibles e importantes como la investigación, el audiovisual, el geológico etc se pueden ver inmensamente potenciados y agradecidos por la llegada de estas naves aéreas no tripuladas pero siempre que se maneje un drone debe hacerse con el conocimiento de lo que se tiene entre manos y los múltiples requisitos que deben cumplirse para volarlo por estrictos y comprensibles motivos de seguridad.
Sólo cuando estos dos factores tan importantes, innovación y seguridad, logran conjugarse con efectividad alcanza este nuevo fenómeno de los drones su máxima expresión.
Los drones resultan a día de hoy novedosos, atractivos y cada vez más necesarios pero la actividad que estas naves realizan es muy seria y hay que tomar conciencia de que lejos de ser un juguete los drones son instrumentos de trabajo que deben utilizar personas con conocimientos técnicos muy avanzados
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